Historias del Corazón

El Amor que quiero para mi ..!


Sábado por la mañana comenzando la jornada de trabajo. Mi primer cliente un señor de avanzada edad se acerca al mostrador… hace su pedido y me hace la observación: señorita serìa tan amable de despacharme enseguida tengo prisa, yo respondi; claro que si enseguida lo traen…mientras llegaba mi compañero me atreví a preguntarle que era eso urgente que tenia que hacer… me respondió que tenia que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí… 

Me tomó confianza y comenzó a contarme que su esposa padecía Alzheimer muy avanzado. Mientras preparaba su cuenta le escuchaba atentamente, le pregunte si ella se alarmaría si no lo viese llegar:

-No –me dijo- Ella ya no sabe quien soy. Hace muchos años que no me reconoce.
-Y si ya no sabe quien es usted, ¿Por qué esa necesidad y urgencia de estar con ella todas las mañanas? 

Sus ojitos enternecedores me miraron fijamente, pude notar como su vista se nublaba por sus lágrimas y me respondió: 

-Ella no sabe quien soy, pero yo todavía sé muy bien quien es ella. 

Tuve que contener las lágrimas mientras se retiraba, lo seguí con la mirada hasta que se perdió en el camino, y pensé: 

-Esa es la clase de amor que quiero para mi vida...


El verdadero amor no se reduce a lo fisico ni a lo romàntico. El verdadero amor es la aceptaciòn de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que serà y de lo que ya es...

 

EL Corazón Perfecto...


Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el 
corazón más hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón 
era perfecto, pues no se observaban en el ni máculas ni rasguños.

Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto. Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar. 

De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Porqué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió - ¿como puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron... 

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. 

"Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor." 

"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor.
Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. 
Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido." 

"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos - dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón." 

"¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?" 

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.

El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior. 

El Paquete de Galletas

 

Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora.
La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo.

Buscó un banco en el andén central y se sentó preparada para la espera.
Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario.

Imprevistamente, la señora observó como aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente.

La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos.

Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió.
La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta.
La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente.

Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete solo quedaba la última galleta.
“No podrá ser tan descarado”, pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas.
Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad.
Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.
- ¡Gracias! – Dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.
- De nada. – Contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.
Entonces el tren anunció su partida…

La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón.
Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en él andén y pensó:
“¡Que insolente, qué mal educado, qué ser de nuestro mundo!”
Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado.
Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas INTACTO.

Cuantas veces nuestros prejuicios, nuestras decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a las personas y cometer las peores equivocaciones.
Cuántas veces la desconfianza, ya instalada en nosotros, hace que juzguemos, injustamente a personas y situaciones, y sin tener aun el por qué, las encasillamos en ideas preconcebidas, muchas veces tan alejadas de la realidad que se presenta.

Así, por no utilizar nuestra capacidad de autocrítica y de observación, perdemos la gracia natural de compartir y enfrentar situaciones, haciendo crecer en nosotros la desconfianza y la preocupación.
Nos inquietamos por acontecimientos que no son reales, que quizás nunca lleguemos a contemplar, y nos atormentamos con problemas que tal vez nunca ocurrirán.

Mateo 6:34 “Así que, no os congojéis por el día de mañana”

 

 

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Comentarios: 6
  • #1

    MONICA URUETA ALEE (miércoles, 04 abril 2012 09:20)

    Muy buenos días, un dicho popular dice "La vida dura tres días y dos ya han pasado". El tiempo pasa tan deprisa a nuestro alrededor que tan solo nos damos oportunidad de "sobrevivir", somos esclavos de la rutina y pasamos cada uno de nuestros días sumergidos en un mar de problemas y de situaciones triviales que pocos momentos libres nos dejan. Estoy convencido que nacimos para vivir. Mira a tu alrededor y ante tanta grandeza, responde ¿Piensas seguir sobreviviendo?

  • #2

    Hna Aldina Alfaro (lunes, 24 junio 2013 05:32)

    Felicitaciones, muy hermoso profe.

  • #3

    Kerine Polanco (jueves, 04 julio 2013 13:43)

    Profe mil felicitaciones, gente como tu es la que necesitamos para transformar la educación en Colombia. Kerine Polanco

  • #4

    ROSARIO GONZALEZ (viernes, 05 julio 2013 13:09)

    Profe lo felicito, todos están hermosos y nos demuestran que EL AMOR a DIOS y al PROJIMO debe ser la base en todos nuestros actos.

  • #5

    Eloina Hamburger (miércoles, 07 agosto 2013 07:13)

    Cada dia me convenzo mas que nuestra pagina es una de las mas completas. Es una de nuestras herramientas didacticas mas efectiva. Cada una de estas reflexiones nos llenan de sentimientos olvidados a alumnos,padres y maestros y nos ayudan en nuestro diario vivir

  • #6

    rosiris33@hotmail.com (sábado, 22 marzo 2014 11:23)

    Interesante pagina, muy didactica sobre todo en valores y superacion personal..Ojala se oriente a todos los jovenes de la IED SAN JOSE para que la conozcan, la visiten y, de ser posible, imprimirles estos temas para foros de discusion donde hagan sus apreciaciones y comentarios..Esto es una muy buena base para comenzar....Excelente, caminando hacia una excelente calidad educativa...Interesante..Felicitaciones...